jueves, 14 de enero de 2016

SEMÁFORO

EL PEATÓN NO ES UN TOPE
 
Exal Baltazar Juan Avila/APyPM

VERDE.
En una ciudad en pleno desarrollo como es Tapachula es común encontrar cada día más automóviles y automovilistas, ya sea transporte público o privado, es inevitable salir a la calle y ver los autos pasar a montones con señoras y señores al volante, jóvenes y señoritas, prudentes e irresponsables, con licencia o sin ella, manejando con las patas o con las manos pues coches vemos, corazones no sabemos.
Afortunadamente, con la invención del automóvil se dieron muchas otras cosas. Por ejemplo, un buen día, alguien notó la importancia para el peatón de conocer el momento usado por los transportistas para girar en una u otra dirección, a raíz de ello fue creada esa palanquita/botón mágico-secreto en nuestro vehículo, diseñado para encender una luz, conocida como “direccional”. De la misma forma también se creó otro aparato místico, con la cualidad de ordenar el tránsito en las avenidas carentes de un oficial a cargo, evitando así embotellamientos, choques y pérdidas de tiempo, pese a ser éste aparato el motivo de muchos insultos y a veces desesperaciones y nombre de ésta humilde columna: el semáforo.
De la creación anterior se deriva algo más reciente para la población Tapachulteca: el semáforo peatonal. Éste moderno y curioso artefacto demuestran el valor y preferencia otorgados al peatón por los reglamentos, funcionarios y organismos encargados del tránsito y vialidad. Analicemos brevemente sus diferencias respecto al semáforo convencional: antes veíamos una luz roja indicando la obligación del automóvil a detenerse, el amarillo como un color para denotar precaución y disminución de la velocidad y el verde para otorgar el paso a los vehículos. Ahora los transeúntes reciben indicaciones mucho más claras, se presenta un muñequito rojo en posición estática para indicar la espera del caminante y uno verde andando para señalar el circular y preferencia del peatón.
De la mano de estas curiosidades de la vía pública crearon los puentes y topes peatonales, en sitios estratégicos (frente al IMSS y las principales universidades) para facilitar el tránsito de las personas, prevenir accidentes, apoyar a la ciudadanía carente de automóvil en sus carreras del día a día y proporcionar cierta comodidad y seguridad al cruzar la calle. También se pintan los pasos peatonales, esas llamativas rayitas amarillas en la calle cumpliendo la misma función de los puentes y pasos antes mencionados pero más sencillas y, según algunos transportistas, difíciles de notar.
En materia de reglas, normas y leyes existen los reglamentos de tránsito (rara vez alguien los lee pero ahí están) y el llamado “uno x uno”, el cual se instauró paulatinamente con ayuda de los oficiales de tránsito en las arterias de nuestra ciudad.
AMARILLO.
El año pasado se puso en marcha un proyecto sin precedentes en Tapachula, cuyo fin es impulsar la economía local favoreciendo las ventas de ciertos locatarios y/o comerciantes del centro. Nos referimos al SENDERO PEATONAL, en la tercera calle poniente, el sendero peatonal, un escaparate atrayendo gente día con día para darles la oportunidad de realizar compras con entera tranquilidad, sin preocuparse por subir a la banqueta por el tránsito de coches pese a estar llena de compradores en espera de su refresco natural o una chuchería, carente de vehículos cubriendo los negocios.
Éste sendero peatonal en un principio causo descontento, pues su elaboración se tomó su tiempo y mientras tanto la calle estaba a medio destruir  frenando el paso de los transeúntes, asiduos compradores en esa sección, del mismo modo quienes no tardaron en quejarse fueron los transportistas, alegando ser ésta una calle menos para transitar y más topes para frustrar su velocidad, cosa curiosa pues hoy en día a muchos transportistas les importa un pepino cualquier tope peatonal, consideran llevar ellos la preferencia lo cual es un grave error, analicemos: si pusieron un tope peatonal es para dar a respetar al peatón, cederle el paso, de lo contrario no lo hubieran puesto. Además, el reglamento de tránsito favorece al peatón, contrario a la opinión de muchas personas (algunas en los medios de comunicaciones, por cierto), por ende me atrevo a mencionarles lo siguiente: como automovilistas se tiene la obligación de ceder el paso a los peatones en éstos topes.
ROJO.
Tratándose de la misma estructura, también el peatón tiene sus fallas. Una cosa es ser favorecido con el paso o tope peatonal y otra muy distinta cruzar como Juan y pedro por su casa, platicando, con toda la calma del mundo como si se tratara de la reina de un desfile, detenernos a media calle para contestar el celular, escribir un mensaje, comprarle algo al chiclero que casualmente pasaba por ahí y demás atropellos cometidos hacia el chofer.Con la misma situación encontramos peatones incapaces de respetar y utilizar las estructuras, reglamentos y tecnologías diseñadas para favorecerlos, así es, nos topamos todos los días con gente de cualquier edad cruzando a media calle, ignorando el paso peatonal, atravesando con el semáforo en rojo para el transeúnte, corriendo como cabras desbocadas porque “viene carro”, pasando debajo del puente excusándose por ser este muy alto o no poseer el tiempo para dar tanta vuelta y lo peor del caso es lo siguiente: si el automovilista toca el claxon, pasa muy cerca de ellos o en el peor de los casos, los atropella, alegan ser culpa del transportista por no cederle el paso en un sitio no apropiado para ello. Así vemos como los peatones no reciben una educación vial adecuada y tampoco son objeto de multas o sanciones.
Pero los choferes tampoco se quedan atrás, llámese motociclistas, ciclistas o automovilistas se paran en medio del paso peatonal impidiendo el libre tránsito del peatón, se pasan el semáforo en rojo, le echan el carro encima a las personas cuando van cruzando por el tope destinado a ellos, atraviesan el parque bicentenario (particularmente los empleados de la Financiera Independencia) y el sendero peatonal, a la altura de la cripta en el ya mencionado parque Bicentenario, les importa un comino el semáforo, dan vuelta, avanzan y se atraviesan aun cuando cede el paso al peatón, lo cual se suma a la confusión generada debido al semáforo peatonal pues no sabemos si está permitido o no dar vuelta mientras el semáforo cede el paso al transeúnte, en el sentido de procedencia del auto, el transportista no tiene paso, pero en el sentido de destino sí. Esto puede (chance y ya lo hizo) ocasionar muchos accidentes.
De todo hay en las calles de Tapachula.

Denuncias y comentarios: periodistaexal2015@hotmail.com  Cel. y Wts. 962 10 80 934
Tapachula, Chiapas, México; 14012016

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