lunes, 11 de enero de 2016

SEMÁFORO


LAS PLANTAS Y LA MEDICINA
 
Exal Baltazar Juan Avila/APyPM

VERDE 
Los estudios científicos están tomando cierto auge a nuestros alrededores, causa furor el descubrimiento o comprobación de la virtud de un producto o alimento para combatir ciertas enfermedades e incluso se anuncia como una cura milagrosa. En su momento fue el noni, la chía, el neem, la moringa, el mangostán y otras plantas y/o frutos que antes eran de fácil y económica adquisición (cuestiones de la ley de oferta y demanda).  
Día con día hombres y mujeres de ciencia dedican su tiempo para descubrir y desarrollar nuevos fármacos o alternativas para el tratamiento de las distintas afecciones de nuestro cuerpo, aquellas no resueltas por nuestro propio mecanismo de defensa, el sistema inmunológico. Tapachula no es la excepción, cuenta con su propio grupo de científicos, para quienes aún no lo saben, Tapachula cuenta con un Instituto de Biociencias y un Centro Regional de Investigación en Salud Pública. En el primero se experimentan y llevan a cabo distintos proyectos, albergando ahí profesionistas y estudiantes de la biotecnología y sistemas costeros; en el segundo la especialidad son las enfermedades transmitidas por vectores (picaduras de insectos), sus efectos, tratamiento y formas de prevenirlo. Así, sin ser percibido por nosotros, se develan secretos de la madre naturaleza, el modo para extraer de ella solo lo necesario para nuestra enfermedad y potenciarlo, además se llevan a cabo investigaciones para crear fabricas naturales para la obtención de fármacos sin riesgos para la salud, en palabras cristianas, hacer posible inyectar vacunas y antibióticos en frutos para lograr el desarrollo de los mismos y aplicarlos al cuerpo humano. Entonces no son mentiras las anunciadas en los camiones de cornetas, están basados en hechos científicos y es posible obtener una cura milagrosa de la flora común. No existe misticismo en ello, tampoco estafa, pero si una idealización. 
AMARILLO.
No podemos pretender utilizar un producto sin una previa pasteurización ni la extracción de las proteínas o enzimas necesarias, no todos las plantas poseen una característica así, con la facultad de curar la enfermedad (o en su defecto los síntomas) con la ingesta simple de ello, es decir, si bien el té de manzanilla nos ayuda a combatir la diarrea, sería incorrecto sugerir el té de neem como una cura eficiente y milagrosa para el cáncer. En primera, cuando se trata de una enfermedad grave o terminal, es erróneo esperar ponernos bien de la noche a la mañana; Muchas personas consideran los medicamentos para ciertas enfermedades como algo inútil y recurren al uso exclusivo de productos naturales o “naturistas”, lo cual conlleva al mismo efecto, un tratamiento deficiente por la falta de complementos adecuados para reforzarlo. Traducción: si tenemos una infección en la garganta o bien, una pulmonía y tomamos nuestros medicamentos adecuadamente pero carecemos de buenas defensas (producto de la mala alimentación probablemente) o descuidamos nuestros cuidados (andamos descalzos, dormimos con aire acondicionado, tomamos líquidos muy fríos, etcétera), el medicamento no hará efecto o tardará más en hacerlo y probablemente deban recurrir a uno de mayor agresividad;  en el caso contrario, si solo tomamos jugos y cuidamos nuestro abrigo, tampoco será suficiente, si bien estaremos resguardando nuestro cuerpo y fortaleciendo las defensas, sin un medicamento adecuado capaz de dirigirlas, será una labor increíblemente difícil si no imposible lograr la pronta recuperación sin secuelas desagradables. 
Muchos consideran el veganismo como una opción magnífica para el cuidado de nuestra salud y lo es. Pero consumir vegetales en abundancia o suprimir las carnes de nuestra dieta no es la solución a los problemas. Ser vegano o vegetariano no combate enfermedades ni nos exenta de contraerlas. Las frutas y verduras son una rica fuente de vitaminas y minerales, poseen proteínas en menor cantidad respecto a las carnes, exceptuando algunos frutos o semillas capaces de hacer competencia a los filetes. Nuestro cuerpo requiere de todas las sustancias para mantenerse sano, fuerte y activo (incluso de los dulces). 
ROJO.
Él uso de la naturaleza para combatir los males de nuestro organismo va más allá de lo rudimentario. Es necesaria una dieta equilibrada, no para combatir con ello la enfermedad, si no para prevenirla o evitar agravarla. 
Algo causando revuelo entre la población es la constante “aparición” de productos capaces de originar cáncer. Aclaremos este punto, no aparecen, ya estaban ahí. El peligro de contraer cáncer u otra enfermedad terminal existe para todos, la diferencia radica en el riesgo, ese lo corre cada uno en distinta medida y lamento decir lo siguiente: mucha de la información escuchada y leída en diversos medios acerca de alimentos “con cáncer” es veraz. Aquí radica el problema con la alimentación. Muchos veganos tienden a consumir productos lácteos en su dieta, por su sabor, el calcio y demás. Se espera de ésta alimentación una vida más longeva y alejarnos de algún “mal del siglo”, pero no es suficiente. 
Gracias al mercantilismo,  la mayoría de estos productos contienen bióxido de titanio, agente de alta peligrosidad cuya función es darle un atractivo color blanquecino y por supuesto, propiciar el cáncer en gran medida. Y los veganos “puros” (quienes no consumen lácteos ni huevos debido a provenir de animales) no son inmunes, mucho menos inmortales; el bióxido de titanio no solo está en nuestros alimentos, también se encuentra en la pasta dental  desodorante entre otros además de la posibilidad de ingerirse sin usar productos que lo contengan en ésta forma, como exponerse frecuentemente al titanio. Hay muchos otros agentes capaces de coadyuvar  con enfermedades y adicciones sin embargo pasan desapercibidos, como el mortal aspartamo en los dulces y los terribles cannabinoides (compuestos de la marihuana) contenidos en el chocolate. 
SEMÁFORO DESCOMPUESTO.
Un saludo a nuestro amigo lector Alejandro Robledo quien nos envió el siguiente mensaje a nuestro correo: “Hola muy buenos días, felicidades por tu columna Semáforo, está muy interesante, te agradecería que me enviaras una copia de tus publicaciones diarias a mi cuenta de correo, puesto que ahí tengo más posibilidades de poder leerla, gracias por la información.”
Bien, pues te comunico que ya desde el viernes te la estoy enviando a tu correo. Saludos. Gracias por leerme.
¿Y A NOSOTROS QUE?
La detención de Joaquín “el chapo” Guzmán Loera y en Tapachula del ex director de residuos sólidos Juan Ramón Macario del Rosario arrestado el pasado 6 de enero; por explotación y trata de persona, no es más que “engaña tontos”, al querer ocultar en el primer caso, la devaluación del peso, la inflación, el alza a la canasta básica, salario bajo, femicidios y una larga lista de acciones que realmente beneficiarían al pueblo mexicano y en el segundo los tapachultecos nos veríamos beneficiados si Samuel Alexis Chacón Morales devolviera los millones de pesos del fraude… esto si nos interesa.

Denuncias y comentarios: periodistaexal2015@hotmail.com  Cel. y Wts. 962 10 80 934
Tapachula, Chiapas, México; 11012016

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